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Todos somos animales, evitemos la crueldad

No te pido que cambies, solo que prestes un minuto de tu atención a esta simple idea:
Todos somos animales, evitemos la crueldad y la complicidad que conlleva el uso de los mismos.
Es fácil, todo lo que contiene directa o indirectamente animales o derivados de ellos, conlleva esclavitud y violencia, en grados que nos es difícil de imaginar, ya que no forma parte del marketing de venta.

Evitando los productos y servicios que utilizan animales, estamos pasando de ser cómplices a ser responsables de nuestros actos.
Asimismo estamos provocando una baja en la demanda de estos productos y servicios, que promedia los 95 animales al año, esto significa que finalizado el primer año de vivir sin usar animales, hemos causado que unos 95 animales no hayan sido utilizados para nuestro beneficio personal.

Si sumamos esfuerzos entre todos/as, llegaremos a disminuir notablemente la crueldad completamente innecesaria con que la industria explotadora de animales a nivel mundial, usa y promueve productos y servicios que conllevan animales o derivados, ya sea en su manufactura o en su presentación.
Para comprender esto es necesario pensar globalmente, y actuar localmente, es decir, no tiene sentido pensar «si la mayoría no lo hace ¿porqué yo lo tengo que hacer?«, ya que debido a este pensamiento egoísta y poco solidario, es que muchas veces nos falta solidaridad y ayuda cuando más la necesitamos.

Les propongo revisar el principio de Acción y Reacción, el cual conforma la tercera ley de Newton: «Si un cuerpo actúa sobre otro con una fuerza (acción), éste reacciona contra aquél con otra fuerza de igual valor y dirección, pero de sentido contrario (reacción).»
Si interpretamos este principio tomando en cuenta nuestra relación con los demás, podemos decir que todo lo que hacemos o dejamos de hacer provoca una reacción en el/los receptor/es de dicha/s acción/es (la pasividad o in-acción se puede considerar asimismo como una acción).
Es decir que las acciones positivas redundarán en reacciones positivas, y las que causen perjuicio en los/as demás, redundarán en reacciones negativas para nosotros.

En resumen: todo lo que hacemos se nos devuelve, ya sea en beneficios o en perjuicios, dependiendo de la naturaleza de nuestro accionar.
Esto es muy fácil y sencillo de comprobar, basta con subir al ómnibus y sonreír a los/as demás, y pronto veremos sonrisas en ellos/as.. probemos luego lo opuesto: mostrémonos irritables, molestémonos por cualquier tontería, y comparemos luego ambos resultados..

Si trasladamos este principio a nuestra manera de relacionarnos con los animales no humanos, podemos relacionar fácilmente varios males de la humanidad, como reacciones ante la esclavitud y asesinato de estos seres, si tomamos en cuenta los millones que son esclavizados y asesinados diariamente para nuestro consumo, ya sea para entretenimiento/ experimentación/ vestimenta/ alimentación/ transporte….

Me refiero a males tales como el efecto invernadero, el cual es el más reconocido mundialmente ya que es causado en mayor medida por los gases que produce la explotación ganadera a nivel mundial.
Además, la contaminación de recursos hídricos resultante de los deshechos de mataderos y curtiembres.
Asimismo, la notable disminución del mayor «pulmón» del planeta, es decir el área de forestación natural del Amazonas, con la excusa de obtener más planicies ya sea como pastura para el «ganado» (ganadería extensiva) o ya sea para plantar soja con la cual alimentarlo (ganadería intensiva).

Y el aspecto social no se queda atrás, lamentablemente, ya que la explotación animal provoca también la generación de más y más pobreza, al desplazar comunidades indígenas y poblaciones de bajos recursos, que viven de lo que la tierra les brinda, en armonía con la madre tierra; la excusa en este caso también es la misma: generar mayores planicies para la explotación ganadera y lechera.
Estas comunidades enteras, al verse sin su sustento, proceden a engrosar los cinturones de pobreza de las grandes ciudades, convirtiéndose en la mano de obra más barata y necesitada, lo cual muchas veces los/as obliga a realizar trabajos poco agradables, que ellos/as en su tierra no hubieran tenido la necesidad de realizar, como el de oficiar de matarifes, por ejemplo..

El aspecto de nuestra salud tampoco se mantiene a un lado de las consecuencias que obtenemos al ser cómplices de la explotación de los demás animales, ya que hoy en día cada vez son más las voces de profesionales de la nutrición y de la medicina responsable, que denuncian los perjuicios que causan en nuestra salud las carnes, embutidos, grasas, huevos, lácteos, y derivados de estos. Solo con escribir en un buscador «enfermedades consumo carnes lácteos huevos salud», mil artículos e informes estarán a nuestra disposición. No solo la alimentación vegana, es decir, una alimentación exenta de alimentos de origen animal, nos ayuda en gran medida a evitar enfermedades tales como el cáncer, los accidentes cardiovasculares, la diabetes y la obesidad,  sino que también nos ayuda a mantener y mejorar nuestra salud.

En fin, el dejar de utilizar a los demás animales, y pasar así a ser veganos/as, representa una simple pero trascendente decisión, que nadie puede ni debe obligarnos a realizar, sino que es nuestro pensamiento el que nos llevará más tarde o más temprano a tomar el camino que más nos beneficia a todos/as, y en ese todos/as es muy positivo incluir a los demás animales, es decir los no humanos, con los cuales compartimos este hermoso planeta, hecho a nuestra verdadera medida, y no a la medida de nuestro egocentrismo.

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3 respuestas a “Todos somos animales, evitemos la crueldad

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